Nuestra profesión refleja en gran parte lo que somos, lo que elegimos ser y hacer cada día… yo por ejemplo, disfruto tanto las historias, los significados y realidades que las personas le atribuyen a sus vivencias y experiencias, en cómo los discursos van modificándose a medida que evolucionan y encuentran recursos muy valiosos dentro de sí mismos, en cómo el corazón encuentra serenidad y la mente calma para sanar.

Es fascinante ver la forma como aprendemos a escuchar más, a sentir más, a resolver y descubrir que sí es posible. Y al final, los consultantes te dan las gracias por toda tu ayuda, cuando realmente solo fuimos un medio, un alma, un corazón, una voz, una mirada y un oído que estuvo ahí para ellos de principio a fin, cuando los expertos en su vida es cada uno de ellos, cuando nosotros solo iluminamos un poco su camino mientras resuelven el laberinto para salir por sí solos.

Que hermoso y gratificante es para mí aprender a lado de cada una de las personas que viene a mi consulta, ver la magia del lenguaje al crear múltiples realidades de gran satisfacción, ver cómo un proceso de colaboración, de curiosidad genuina y autentica y de una posición de humildad llevan a grandes cambios para ambos, ya que el mirarnos a nosotros mismos como profesionales y hacer una crítica constructiva de nuestro propio trabajo nos lleva a plantearnos aspectos fundamentales, por ejemplo, qué hacemos que sí nos funciona, qué tiene sentido para nuestros consultantes, y cómo se van creando discursos y realidades desde el inicio del proceso para el bienestar de estos.

Que arte poder escuchar detrás de la palabra no hablada, de entender más allá de lo visible, de descubrir juntos la razón más profunda de su sentir en un clima de confianza, y que valentía de aquel que se permite expresar, sentir y hacer en este mundo caótico donde aprendemos a ser cautelosos y desconfiados. Gracias simplemente por permitirme caminar contigo.

Psic. Alicia Cuentas Teosol